En casi todas su canciones Leo Mattioli gritaba un "hay amor", que la mayoría de las veces en realidad era un "ay, amor". Anoche me enteré de su muerte. Y aunque no fue demasiado sorpresiva, porque sabía que andaba mal de salud desde hacía varios años, la noticia me cayó muy mal. Mi gusto por su música, sus letras y su forma de cantar era honesto; nunca tuvo nada de kitsch ni de camp. No paso un día sin escuchar al menos una canción suya. La versión acústica de "Cómo podré" es una de mis preferidas:
8 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario