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La literatura de Ignacio Molina podría venir a llenar ese espacio. Su libro, Los estantes vacíos, contiene 15 crónicas (en realidad, cuentos) de lo cotidiano.
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La alienación, la desidia y la soledad (aunque él no las mencione, ya que sus narradores siempre buscan la objetividad; son testigos fieles y no jueces ni fiscales), sí aparecen contadas en Los estantes . . .
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25 de diciembre de 2006
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