25 de abril de 2011

Interviú

Sol Lauría me entrevistó para el diario El Litoral, de Santa Fe.

Para leer la nota, clickear acá.

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14 de abril de 2011

Murales

y arte callejero en Buenos Aires .

7 de abril de 2011

Desde el escritorio donde trabajo

Desde el escritorio donde trabajo, a unos ochenta metros de la unión de las autopistas Panamericana y General Paz, se ve el edificio de Villa Martelli en donde una tarde de 1976 (dos semanas antes de mi nacimiento) un grupo de tareas del Ejército asesinó al comandante guerrillero Mario Roberto Santucho.

4 de abril de 2011

Rapado y yo

Me pidieron mil caracteres para la columna "El libro recordado" del suplemento cultural de Tiempo Argentino. Escribí ni uno más ni uno menos. Para leerlos, clickear acá.

3 de abril de 2011

En un vidrio de la estación Juan B. Justo

En un vidrio de la estación en que me tomo el tren casi todas las tardes (estación Juan B. Justo, entre los barrios suburbanos de Florida y Villa Martelli) hay un número fijado con pintura blanca: 1985. Estoy convencido de que fue pintando por uno obrero que trabajó en una remodelación de la estación en algún momento de aquel año. Un obrero que si en ese momento tenía cuarenta años ahora ya es jubilado. Yo en ese entonces tenía ocho o nueve, y la estación se veía exacta a como se ve ahora. ¿Cuántas personas, en todo este tiempo, habrán tomado en esa estación la decisión de tirarse bajo el tren? ¿Cuántos grupitos de adolescentes habrán ido a emborracharse ahí por las noches? ¿Cuántas chicas, desde 1985, habrán pedido un boleto llorando inmediatamente después de pelearse con sus novios?... A partir de este tipo de pavadas yo escribo poemas, cuentos y novelas.

1 de abril de 2011

Sobre Pinamar, de Hernán Vanoli

En la primera novela de Hernán Vanoli (porteño de 1976, editor del sello Tamarisco y autor de los cuentos de Varadero y Habana maravillosa) se entrelazan las voces de dos miembros de una familia acomodada: la del post adolescente Lucio, a través de los mails que, desde Buenos Aires y Pinamar, le envía a su hermano Stany durante el agobiante verano del 2002 (a pocos días de producido lo que él llama “el golpe de estado civil peronista”); y la de Stany, a través del diario que lleva diez años más tarde en busca de explicaciones sobre la misteriosa desaparición de Lucio junto a su mujer en una ruta provincial. Escrita con un virtuosismo que posee la capacidad de no regodearse en su propia elaboración, Pinamar es un relato que da cuenta, de un modo contundente y descarnado, de los miedos de la clase alta ante una crisis social sufrida en carne propia. Sus personajes, alejados de los estereotipos, narran, y a la vez protagonizan, una novela con inquietantes aristas policiales y, sobre todo, una clara determinación política.

(Publicado en la revista G7)