20 de junio de 2007

20/6

Alguien me reta por mail: me dice que el blog ya no es como antes, que a partir de "determinado momento empezó a ser menos divertido" y me pregunta qué está pasando. Yo le respondo que acepto y agradezco las críticas pero que no pasa nada en especial. "El tiempo va cambiando todo", le escribo, sin saber del todo bien lo que pretendo decir con eso. El viernes pasado Unidad Funcional cumplió dos años, el sábado se cumplió un año de la presentación de mi libro, y el domingo festejé mi primer día del padre. Había planeado hacer un post refiriéndome a alguna o a todas de esas cosas, pero no tuve demasiado tiempo ni entusiasmo. Esos, además del económico, son los factores que hay que ir aprendiendo a administrar. Creo que nunca va a dejarme de parecer raro pensar en mí como padre. La paternidad es una de las cosas más comunes del mundo, pero, al mismo tiempo, la más extraña de todas. El domingo me regalaron un pantalón y un pulóver con cierre. Espero que nunca me regalen afeitadoras ni medias ni corbatas. Ahora, en el corralito, el bebé deja de ahorcar a Mickey y se queda mirando la ropa tendida en el balcón. En un rato, cuando escuche ruidos de llaves en la puerta, va a pedirme con gritos que lo saque de ahí.

4 comentarios:

Fideos con manteca dijo...

Qué grande.

Pepe dijo...

crítica sesuda. Yo lo más que he recibido es un "qué pelotudo" y un "qué pelotudez".
Igualmente lo que me preocupa es ese niño. Ahorca a Mickey, le grita a su padre para que vaya a buscarlo. Su padre es escritor y émulo de ginóbili... No sé, grupo quebracho, al qaeda. No puedo imaginarme nada más liviano.

Anónimo dijo...

Al Qaeda, un poroto.

Satamarina dijo...

supongo que nadie puede saber que es ser padre hasta que lo es...eso ya es raro, creo, la verdaT no sé

saludos