25 de junio de 2007

Malabares con el sobre

El pasado viernes a la noche, o sábado a la madrugada, entrevista a los pibes del Quinteto en la frecuencia modulada de la radio estatal. En Corrientes y Pueyrredón, frente al edificio de los setenta balcones y ninguna flor, esperamos a algún colectivo mientras se me congela la nariz, como si tuviéramos cincuenta años menos entre todos y saliéramos a bailar. Alguien nos insulta desde un auto. En el estudio todo sale bastante desprolijo, la operadora nos reta por tocar los micrófonos. Después dicen que me tomo las cosas demasiado en serio, pero si digo que soy casi el único que publicó un solo libro alguno cree que, "como siempre", lo digo para diferenciarme. En otro momento rompo la veda electoral: "no queremos que esté bueno Buenos Aires", pero no logro influir en los resultados del domingo. Esa mañana, bien temprano, camino con Fausto las cinco cuadras hasta la escuela. Decido llevarlo a upa, un poco para no armar el cochecito, otro poco para protegerlo del frío y otro poco para que en la cola me dejen pasar. Me parece que la presidenta de mesa, antes de pedirme el documento, mira hacia los pies del bebé. Yo pienso que se le debe haber salido un zapato, pero en el cuarto oscuro, mientras hago malabares con el sobre, me doy cuenta de que ella me estuvo mirando el cierre bajo del pantalón.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Habrá pensado que iba a mear las boletas de Macri. (Y entre nos, debería haberlo hecho).

Lunita dijo...

jijiji

Satamarina dijo...

ja, siempre es bueno que haya una farmacia abierta.

saludos molinete