Partamos en dos la tierra
viajemos en subte a China
y con la plata que nos sobre
levantemos una casa de madera
en las afueras de Luis Guillón.
Hagamos una pira en el fondo
veamos arder la biblioteca
todos los papeles que nos permitan
volver a recordar nuestros nombres.
Levantemos una casa de madera
en un barrio al que no lleguen los diarios
rompamos las cuentas del alumbrado,
de la luz, el teléfono y el gas.
Dejemos de cumplir años
y cuando algún sábado a la tarde
queramos mirar un partido
caminemos hasta la estación
entremos al bar y saludemos
al mozo como si fuera un amigo
con el gesto ampuloso
de pedirle un café.
5 de septiembre de 2007
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5 comentarios:
melodía de arrabal
Es uno de los símbolos que al hombre da el hado o el azar para que un día de exaltación gloriosa y de agonía pueda escribir su verdadero nombre. (Borges)
No creo que sea por resaltarlo en el título, pero se me hace que el viaje en subte es lo mejor del poema!!
qué lindo!!!!
Agustin Glassman:
Estoy aplaudiendo de pie Ignacio.
Genial.
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