El domingo en la plaza
mi hijo llena un balde con arena
y se lo pone de sombrero a una mamá.
Mejor dicho se lo pone de casco,
pienso en voz baja y me escondo
tras las páginas centrales del diario,
ojeo política, deportes, internacionales,
siento el repique de una murga
y me parece escuchar a una nena
decir que al cachorrito de su mascota
lo va a bautizar Marulanda.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
marula le va a ir mejor
buen poema. felicito. saludo, ignacio.-
Publicar un comentario