2 de octubre de 2008

Me gusta mucho el término “tunear”. A mi hijo le regalaron un cuatriciclo, y cada vez que lo usa yo lo vuelvo loco diciéndole: “hay que tunearlo, hijo, pongámosle unos calcos, una bocina, un espejito, hay que tunearlo”. El otro día, en el 39, un pibe viajaba con una guitarra enfundada entre las piernas y hablaba por teléfono muy enojado: “te juro que si no sacás Sargent Pepper´s para el ensayo de mañana, te vas a tocar con Los Grossos”.

3 comentarios:

Bruja dijo...

y hablando de tunear volvió tu blog a su plantilla original! muy bien, pero si querés te preparo una plantilla tuneada. yo soy la gran tuneadora de blogs, es mi especilidad!
puede ser con fileteados porteños mas bien barroquita, o una muy moderna con firuletes flacos.
un derroche de onda para tu espacio tan bien escrito.
saludos!

Julia dijo...

No entendí la relación que hiciste entre la tuneada y Los Grossos... La guitarra del pibe estaría tuneada?

Anónimo dijo...

no, que al pibe no salía tocar la canción de los cuatro con flequillo.

Y en reprimenda, zacate, a caerse en el hielo con los muchachos de los grosos.