11 de mayo de 2011

Asunto: Los modos, efectos negativos, El Silencio Gitano

Hola Ignacio, leí tu novela, me re cabió, mal, me gustó mucho más que Los estantes... Incluso más allá de un "interés intelectual" o "literario", la disfruté íntimamente. Es medio depre, eso sí. Anécdota: mi novia está a punto de venir a vivir conmigo y es gracioso porque el día que leí la novela discutimos por una boludez y de pronto yo empecé a dudar de todo el proyecto (?! jajaja). Igual quedate tranquilo que está todo bien, ya nos reconciliamos. Pero en un momento pensé que el mundo de la novela me había ventrilocuado por completo. La re flashié.
Bueno, te mando un fuerte abrazo y nada, genial tu novela che. A.

Pd: El silencio gitano existe?

-------

Hola A.
Gracias por la lectura y por lo que me decís de la novela. (….)
(…)
Pd: El Silencio Gitano no existe, pero existió: a mis 14 o 15 años, cuando vivía en Bahía, armé un dúo con un amigo: los dos tocábamos la guitarra y aullábamos canciones de Attaque 77 encerrados en su cuarto. Teníamos tres nombres: Control Sanitario, Los platelmintos de agua sucia y El Silencio Gitano. Nuestras interpretaciones nunca cruzaron las fronteras de esa habitación. Cuando llegué a Buenos Aires estudié guitarra un año más y después abandoné. El Silencio Gitano, el nombre, siempre me gustó. Así terminó en la novela.

Abrazo

No hay comentarios.: