Tiempo después, incluí una escena parecida en la novela que estaba escribiendo. A la narradora le pasaba algo muy similar en un puente de Parque Patricios y tenía que decir la misma línea de diálogo. Y de ese momento se desprendían un montón de historias y personajes. El corto filmado en la novela se llamaba Los puentes magnéticos, el mismo título que terminó teniendo la novela.
Aquella casualidad del puente de Colegiales fue, entonces, clave y trascendental para lo que después fue mi novela. Y nunca me dijeron nada del corto, nunca supe de su existencia, hasta hace un rato –diez días después de terminada la novela–, cuando lo encontré casi de casualidad en Youtube.
El corto se llama Phoney y mi escena se puede ver en el minuto 11:21. La película y mi actuación son casi tan grossas como la metatextualidad.
El corto se llama Phoney y mi escena se puede ver en el minuto 11:21. La película y mi actuación son casi tan grossas como la metatextualidad.
1 comentario:
Colegiales y sus puentes. Y mis últimos dos años transcurrieron cruzando los que aparecen en el corto. Los puentes y el metatexto.
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