Ahora vivo en dos ambientes. En el living duermo, como, leo y miro televisión, y en el escritorio trabajo, escribo y navego por Internet. El cuarto donde estaba el futón de dos plazas ahora quedó semi vacío: sólo queda un pequeño mueble lleno de papeles y de artefactos domésticos (cables, herramientas, enchufes), un teléfono sin sonido sobre el parquet y ropa de invierno en un placard.
Temo que, en estos últimos días del año, Unidad Funcional se esté convirtiendo en uno más de esos blogs-diarios-íntimos-sentimentaloides que nunca me gustó leer. Hoy al mediodía, después de comer una tortilla de queso y cebolla bien cocinada por mí, me puse a ordenar la biblioteca y me sorprendí al encontrar el ejemplar de El Pornógrafo que había comprado hace algunas semanas y que creía haber perdido para siempre.
Antes de empezar a leerlo, y para no decepcionar a quienes había puesto al tanto del extravío y a quienes habían mostrado interés en su reposicón, me propuse inventar alguna historia con respecto a su hallazgo: el portero lo había encontrado aquella madrugada en la vereda del edificio, mientras barría y manguereaba, y se lo había llevado a su departamento. Si bien, por la dedicatoria manuscrita, se había dado cuenta enseguida de a qué vecino pertenecía el ejemplar, quedó tan atrapado en la lectura que demoró casi dos semanas en devolvérmelo.
Hace un rato, mientras escribía y sentía cómo empezaban a sonar los primeros y aislados fuegos artificiales, escuché cómo subía desde la vereda hasta el cuarto piso un grito desgarrador de mujer: "no, no te vaaayas, por favor, no me deeejes". Enseguida me asomé por la ventana para ver qué pasaba, y en la esquina de la inmobiliaria, en vez de una escena de conflicto conyugal, vi cómo se despedían, con besos y abrazos, alumbradas por las luces de neón y "hasta el año que viene", dos amigas adolescentes.
31 de diciembre de 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
lindo post molina!
así que no te gustan esos blogs (je, me sentí tocada), y bueno, a muchos no les gustan, a muchos (yo lo lamento a veces) no nos sale otra cosa, y a veces, incluso, yo me aburro de eso.
en fin, cada uno lo que puede, mientras busca poder lo que quiere.
besos y buen año,
LM
molina, la seguimos acá o allá (en el mío...)? Ya sé que te gusta, porque sino no leerías, nadie está obligado no? lo que pasa es que me sentí tocada por mis propios juicios y prejuicios con lo que hago.
Tu blog no roza ni un poco lo sentimentaloide y el diario íntimo (recuerdo los "papeles viejos" de otro tiempo) te sienta muy bien.
Buen año para vos,
LM
Publicar un comentario