15 de mayo de 2008

Una pavada

Hace una semana guardé cinco billetes de cien pesos dentro de un libro, y a los tres días, cuando fui a buscarlos, no pude recordar en qué libro estaban. Revisé todos los del primer y segundo estante del tercer cuerpo de la biblioteca y no encontré nada. Traté de no desesperarme. Intenté consolarme pensando que, en definitiva, quinientos pesos ya no era tanta plata. Es como si hubiera perdido doscientos hace tres años, me dije, no muy convencido. También pensé que tal vez ya los había gastado sin darme cuenta, que los había sacado de ahí sin pensarlo, que había pagado las expensas y las cuentas y que el vuelto había quedado en algún cajón. Decidí esperar unos días y volver a buscar. Esta mañana me puse a revisar los libros de política e historia del tercer y cuarto estante. Los iba abriendo uno por uno; cada vez con menos esperanza, pasaba las hojas y los iba apilando en el suelo. En la búsqueda aparecieron fotos viejas y folletos publicitarios. En algún momento me prometí que si encontraba la plata lo iba a contar en el blog. El anteúltimo libro del cuarto estante era Infierno en el monte tucumano: la euforia que sentí después de agitarlo, al ver cómo salía volando el atado de billetes, fue tan intensa como fugaz. Enseguida, en vez de sentirme aliviado, pensé en todo el tiempo que había perdido en la búsqueda. Encima, me dije en voz alta, ahora tengo que poner esta pavada en el blog.


Nota al pie: la foto grande es del día de mi primera comunión, circa 1985. Ahí estoy junto a mis compañeritos de tercer grado del Don Bosco de Bahía, disfrazado de monaguillo y simulando rezar.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Molinex no se confunda; 500 points no son ninguna pavada.

Molina dijo...

funesto, obvio que 500 no son ninguna pavada. pocas veces vi tantos points juntos en mi vida. lo que es una pavada es la historia que narro en el post.

Unknown dijo...

Nah...
a mí me causó gracia. Me pareció obvio que los iba a encontrar... no sé si por cómo lo contaba o porque lo quiero mucho no le deseo a nadie que pierda semejante cifra de alegrías. Lo cierto es que me gustó querer saber cómo había sido el encuentro. La ansiedad mientras leía, eso.
Tampoco fue una pavada.

Anónimo dijo...

Que grande, yo tambien tengo una foto de Bualó Hnos.

Alicia dijo...

se notaba enseguida que la $$$ había aparecido, pero igual un poquito me angustié.

Bualó Hnos. debe ser a Bahía lo que Lapine era a Junin (Bs.As.).

toto scurraby dijo...

creo que ganaste haberte topado con cosas que ni te acordabas que estaban ahi

Félix dijo...

¿Qué hace el Nunca más ahí?
A mí me pasó algo parecido, pero con unas semillitas maconienses, cuando las encontré ya no sirvieron.

Julia dijo...

q desesperación, molina.

Morocha dijo...

Esas media rojas de la primera foto. Detallaso.
Se nota que estoy saturada y despejando la cabeza?