1 de julio de 2008

Entrevista con Pablo Trapero (II)

Primera parte, acá.

Segunda parte:

...Mi paternidad fue el punto de partida de la película. Desde que fui papá me cambió la perspectiva de muchas cosas. A mí me sonaba que eso era como un chamuyo que decían los grandes, pero me di cuenta de que tenían razón. Me impresionó mucho todo lo que fui viviendo en la intimidad con ese vínculo. Yo tenía la fantasía de que ser padre te achanchaba, pero para mí fue todo lo contrario: te da vitalidad, te cambian las prioridades, tus necesidades se modifican. Y la película tuvo mucho que ver con eso...

...Porque antes de ser una película sobre la cárcel, Leonera es una película sobre la maternidad. Su origen fue querer contar una historia sobre el vínculo increíble que se genera entre una mamá y su chiquito, sobre todo en el embarazo y el período de lactancia. Los papás, por más amor que tengan por su hijo y su mujer, están medio como testigos de esa relación: vas y ves en qué podés ayudar, pero hay una cosa simbiótica entre la mamá y el chico que es media milagrosa...

...Ni hablar del momento del parto: yo presencié el parto y fue una cosa que no me olvido en mi vida. Una cosa entre animal, un poco chancha, un poco tierna . . . Entonces yo tenía ganas de contar eso, y también cómo se modifica una mujer, cómo toda su humanidad se transforma tan rápidamente, y cómo se da ese torbellino de emociones, a medio camino entre lo instintivo y lo intelectual, lo sensorial, todo medio mezclado...

...O sea que es una película sobre la relación entre Julia y Tomás, sobre los chicos y sobre la responsabilidad de los adultos sobre los chicos también. Porque en la película es más fácil ver cómo afecta una decisión o cómo afectan en la realidad los adultos a los chiquitos, pero nosotros somos responsables de los chicos todo el tiempo, desde la elección de dónde lo mandás a la escuela, cómo los alimentás, en qué universo lo acompañas. Cada una de las decisiones que uno va tomando en el día a día va a afectar la vida de tu hijo o de otro chico, y la película también habla de eso desde otro lugar: el poder atroz que uno tiene sobre los niños, y cómo inconscientemente uno puede afectar muchas cosas sin tomar conciencia del nivel de invasión que hay sobre el chico...

...Y esta disyuntiva que pasa en la película, qué es mejor, estar libre pero sin su mamá, o estar con su mamá pero preso, en muchísimas cosas menos estridentes se dan todos los días. No por nada los psicólogos se la pasan hablando de cómo nos afectan nuestros primeros años de vida, y de cómo sobrevive uno a ese período de formación. Y todo eso se ve en el universo de la peli, representado en la historia de Julia y Tomás...

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...Siento que para mucha gente la película va a provocar muchas de estas preguntas, dudas, pensamientos, más allá de los casos puntuales. Como aplicar eso para la vida cotidiana, todas esas cositas silenciosas del día a día en la película están expresadas de una manera extrema. Creo que lo que permite la imagen es materializar un montón de pequeñas cositas como las estamos hablando, sin que se las denuncie directamente...

...Durante estos primeros años de vida de Mateo, estaba muy alucinado y tenía ganas de contar historias que tuvieran que ver con eso. En su momento fue Nacido y criado, que era más sobre la paternidad, y en Leonera es sobre el universo femenino alrededor de la maternidad. Tenía ganas de entrar al mundo femenino, donde el universo fueran las mujeres y donde los hombres sean menos protagónicos...

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...Martina es actriz desde muy chiquita. A los 17 tuvo el privilegio de ser alumna de Gandolfo, un gran maestro, y cuando nos conocimos ella ya trabajaba en producción y estaba alejada de la actuación. Nos conocimos trabajando, y desde entonces yo le pedí que volviera a actuar, que hiciéramos una experiencia juntos. Hicimos Nacido y criado, donde nos habíamos cagado de frío a no sé cuántos kilómetros de Buenos Aires, y después le propuse que hiciéramos la próxima película juntos, con ella como protagonista, una película chiquita, con dos o tres personajes, que pasara en un departamento. Y Martina empezó a escribir la historia de Ramiro, Nahuel y Julia, de este vínculo complicado entre los personajes, que terminaba con un crimen. Me la mostró y le dije “buenísimo, pero vamos a hacerla de ahí para adelante”. Entonces ella estuvo involucrada desde muy temprano en el desarrollo de Julia, mientras yo trabajaba con el guión. Y las dos cosas nos fueron enriqueciendo desde muy temprano...

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...Lo que pasa que nosotros nos conocimos así, nuestra vida es así desde el principio. En nuestro caso fue mucho más intensa, porque además de que Martina es actriz y productora ejecutiva, yo soy director y productor, entonces las jornadas de laburo era medio matadoras. Cuesta a veces encontrar el límite y decir “bueno, listo, llegamos a casa, hablemos del clima, de cualquier cosa”. Pero yo disfruté mucho la verdad, y Martina, a pesar de tener un personaje muy difícil, también lo disfruto. Creo que eso se ve en la película. Si no hubiera existido esa química, la película no hubiera salido bien...

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...Si vos perdés mucho tiempo escuchando lo que dicen, te distraes. Las críticas, tanto cuando son a favor como cuando son en contra, son opiniones. Como director me expongo a que la gente opine si la peli le parece una obra maestra o le parece una bosta. Pero es parte del aprendizaje de un director entender ese diálogo que la película tiene con la gente que la ve y que eso no afecte tu camino. Me halaga que todo el mundo diga que soy bueno como director, no te voy a decir que no, pero trato de mantener cierta distancia con eso para poder seguir haciendo cosas. Por suerte las críticas son buenas, y eso da un poquito de seguridad y eso ayuda con los productores y los distribuidores para seguir proyectando otras cosas...

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...Yo entiendo que una película es un hecho de comunicación, y que tiene que haber alguien que escuche y que quiera participar de esa idea. No me gusta pensar una película como un producto que la gente va a tener que ir a ver, pero sí me gusta ir y meterme en una sala y sentir la reacción del público. Además quiero que se vea porque es un tema que me importa que se hable. Me gusta que las películas vayan teniendo su camino independiente, y para eso es necesario que haya gente que las vea...

...Si un tipo hace arte, uno puede pensar que es por el hecho espontáneo de evacuar una necesidad de expresión. Pero yo creo que también el arte es una herramienta de comunicación, y que alguien tiene que ver esas películas, leer esos libros o escuchar esa música, para que se complete. Uno puede decir “no me interesa que la vean un millón de personas”, pero algún público tiene que haber para poder tener un feedback. Creo que el arte tiene una función en la sociedad, y me gusta ejercer esa función. No sólo entretener o expresarse, sino también formar parte de un movimiento de comunicación, de decir las cosas que no te gustan, proponer cosas para que las cosas sean diferente. Creo en eso...

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