3 de octubre de 2008

Mi mamá no soporta ver mi ropa desordenada, y se la pone a doblar y a emprolijar sin mi consentimiento.
–Qué hacés, vieja –le digo–, ¿cómo te vas a poner a revolver así mis cosas? . . .
mirá si llego a tener drogas escondidas ahí . . .
–¿Y, qué tiene? . . . ya me daría cuenta por las pupilas…

1 comentario:

Anónimo dijo...

jaja, de los mejores post que leí últimamente, lejos.