19 de noviembre de 2008
Ayer, mientras esperaba al 151 con Fausto en brazos, un adolescente de gorrita y pantalones anchos me preguntó: “¿quiere que lo ayude a sacar el boleto, señor?” Yo le agradecí, le dije que no hacía falta, y enseguida pensé en un post sobre la paranoia que te meten en todos lados con la inseguridad: tranquilamente, en vez de responderle con buena onda, yo podría haber pensado que el flaco me quería robar, que quería hacerse de las monedas para escaparse corriendo. Pensé en esas cosas, y recién ahora que me pongo a escribirlas me doy cuenta de que el pibe me dijo señor. Cómo vas a hablarme así, si somos de la misma, tendría que haberle dicho, sólo nos separan quince años de experiencia y baqueteo.
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4 comentarios:
eso mismo te iba a decir!!!! "ma qué señor?", tendrías q haberle dicho. como me ofuscan, dios!
estas viejo molina!
ahh nonono, es que seguis teniendo veintipico.
15 años no es nada
Yo, hoy mismo, me sorprendí diciendole aun tipo: ¿Disculpe, señor. ¿la calle Córdoba es para ese lado o para el otro? "Una cuadra para allá", me contestó, con cara de culo. No sé si le sorprendió que no supiera para qué lado ir o que lo llamara "señor"- Creo que más lo segundo que lo primero. Cuando lo miré bien, me di cuenta de que debía tener, como mucho, tres o cuatro años más que yo. Y que yo, todavía, estoy convencida de que tengo 15.
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