29 de agosto de 2006

En la otra punta de la mesa . . .

. . . hablaban de mí, y yo, mirando por la ventana, me hacía el que no escuchaba:

–Che, Molina piensa todo el tiempo . . . ¿no?
–¿Cómo?
–Eso, que se pasa todo el día pensando.
–No sé. Me parece que estás equivocada.
–¿Por?
–Para mí, parece que él piensa todo el tiempo, pero en realidad está registrando.
–¿Registrando?
–Claro, todo el tiempo. Y piensa sólo una vez por día … Se la pasa registrando, y después clasifica: "esto va para los cuentos", "esto para comentarle a tal", "esto para pensar antes de dormir", "esto para el blog".
–"Esto a la papelera", "esto para enseñarle a mi hijo" . . .
–Claro, algo así . . .
–Ahá, puede ser . . . Pero miralo ahora . . . parece como que estuviera pensando . . .

3 comentarios:

Charlotte dijo...

Jajajaja. Sabe Molina, que hoy en una mesa estuvimos hablando de usted?

Loyds dijo...

es verdá, doy fe
salu2

Anónimo dijo...

Nació Fausto o todavía no??