25 de septiembre de 2007

Melodrama

El día en que Virginia cumplió dieciocho años, Roberto, al vol­ver de la oficina, le tocó el portero y le pidió que bajase, le besó la frente y caminó con ella una cuadra en silencio, hizo tintinear un lla­vero frente a sus ojos y le señaló el auto cero kilómetro que había estacionado junto al suyo.

Esa imagen, la sonrisa de su padre en la penumbra de la co­chera, se le cruzó a Virginia por la memoria una década más tarde, al salir del hospital con su bebé entre los brazos.

–Pero igual lo que él siempre quiso es un hijo varón –pensó en voz alta mientras subía al remís–. Un nieto no deja de ser como un premio consuelo.

–Además, cuando el nene empiece a caminar tu viejo ya va a es­tar para el geriátrico –acotó Mauricio durante el viaje, exagerando una son­risa para dar a entender que bromeaba.

Bajo el sol del mediodía, el remisero manejaba sin hablar y con la radio encendida a un volumen casi inaudible. Mientras mi­raba por la ventanilla, también en silencio, Virginia tuvo la sensa­ción de que hacía al menos un año que no andaba por la calle, y, aunque se esforzaba, no conseguía ubicarse en el tiempo.

En una esquina, a pocos metros de un semáforo en rojo, había un hombre tendido boca abajo en la vereda, las manos esposadas detrás de la espalda, y junto a él, desparramadas frente a la vidriera del negocio que había intentado robar, varias camisas envuel­tas. Virginia le tapó los ojos cerrados al bebé, y, cuando el auto re­tomó la marcha, se dio vuelta para ver cómo, a la sombra de un árbol, se iban juntando curiosos.


(El cuento completo, acá)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El link dirige a la tapa de la revista, pero no se puede leer el cuento completo.

Anónimo dijo...

Si, me pasó lo mismo

Molina dijo...

efectivamente muchachos, el cuento se puede leer en la resvista en papel, no en el sitio.
Saludos.

Anónimo dijo...

Escribí muchos mail a la revista hace un par de semanas, para suscribirme y jamás me contestaron. Fijate si podes hacer algo.

Anónimo dijo...

Perdón, quiero decir que le escribí hace un par de semanas por última vez. durante este año le escribí no menos de tres veces.