15 de abril de 2008

El relato histórico

Cuando los que hoy rondamos los treinta nos transformemos, de muy viejos, en la última generación viva con recuerdos de los años de la tiranía militar, vamos a ser vistos como piezas de museo. Habrá que ver de qué manera irá mutando el relato histórico en los próximos sesenta o setenta años, pero es probable que hasta las cosas más simples que contemos sobre nuestra infancia –desde los juegos que inventábamos hasta el modo en que nos hacíamos pis en la cama– sean imaginadas por los más jóvenes tras una pátina oscura salpicada de sangre.

3 comentarios:

Julia dijo...

es un compromiso q deberemos tomar a conciencia, no le parece?

Anónimo dijo...

moli,eso ya pasa ahora de algun modo. me contó una profesora gringa que un estudiante analizó mi cuento del chico que se hace pis en el campamento en maschwitz como si fuera un campo de concentración en auswichtz, hizo todo un paralelismo con la dictadura argentina y los campos clandestinos. (!?). esa distorsión que se dará con la distancia temporal acá, ya se da con la distancia gográfica y cultural. las universidades gringas leen toda la literatura argentina actual en clave de dictadura.

Anónimo dijo...

Pedro,lo de los gringos es una distorsión, como bien decís.Lo que dice Molina es otra cosa. Todavía están las abuelas de plaza de mayo, la generación que vivió esa época, etc. Es interesante la reflexión.